Imágenes de la frase célebre
        Después de esto, se me presentó el Corazón divino como en un trono de llamas, más ardiente que el sol y transparente como un cristal, con su adorable llaga. Estaba rodeado de una corona de espinas que simboliza las punzadas que nuestros pecados le infería
        
  
    
    
      
        
        
      
    
  
        
          
             
          
        
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