Lo que he observado es que Dickens escribía con letra muy pequeña, sin duda como reflejo de la estrechez que pasaban sus personajes.
Frase por Roberto Fontanarrosa
No aspiro al Nobel de Literatura. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: me cagué de risa con tu libro.
El loro plagia la palabra, pero quien está preso es el canario.
Cuando alcancé la sabiduría, ella me miró y dijo: Ya me alcanza cualquiera.
El árbol se ríe del hacha. Así le va.
El hombre probo y pío es mitad santo y mitad pollito.
El optimista ve la copa medio llena. El pesimista la ve medio vacía. El borracho la ve triple.
El ciego, al lavarse la cara, se reconoce.
Lo llamaron científico, estadista y pensador. Pero nunca fue tan feliz como cuando lo llamaron Bichi.
Muy distinto es no decir lo que se piensa que no pensar lo que se dice.
No encuentra brevedad en el aforismo el tartamudo.
No vale más el singular topacio que el vulgar cascote. Pero si me dais a elegir... dadme el topacio.
Si dices que lo tienes en un puño... muy pequeño ha de ser tu enemigo!
Simula reír la hiena. Pero no entiende los chistes.
La mentira tiene patas cortas. Y nariz larga. La mentira es una comadreja.
El dinero es el único dios sin ateos.
Cáncer es una palabra grave.
El amor es ciego. Practica Braile con tu amada.
Judas no quiso traicionar, debía irse temprano.
Si le estrechas la mano a un ladrón, cuéntate los dedos.