Imágenes de frases célebres
Frases célebres de Samuel Beckett. [Página 2]
Estoy tranquilo. Todo duerme. Sin embargo, me levanto y voy a mi despacho. No tengo sueño. Mi lámpara me ilumina nítida y suavemente. La tengo regulada. Durará hasta que se haga de día.
Frase célebre de
Samuel Beckett
Porque no saber nada no es nada, no querer saber nada tampoco, pero lo que es no poder saber nada, saber que no se puede saber nada, este es el estado de la perfecta paz en el alma del negligente pesquisidor.
Frase célebre de
Samuel Beckett
Las lágrimas corren por mis mejillas sin que experimente la necesidad de entornar los ojos. ¿Qué me hace llorar así? De tanto en tanto. No hay nada aquí que pueda entristecer. Tal vez se trate de cerebro licuado. En todo caso, la felicidad pasada se me ha
Frase célebre de
Samuel Beckett
Deplorable manía, cuando ocurre algo, querer saber qué es.
Frase célebre de
Samuel Beckett
Sé que tengo los ojos abiertos, a causa de las lágrimas que de ellos manan sin cesar.
Frase célebre de
Samuel Beckett
Qué claro y sencillo se vuelve todo, cuando se abren los ojos hacia el interior, a condición desde luego de previamente haberlos asomado afuera, para mejor gozar del contraste.
Frase célebre de
Samuel Beckett
Máscara de viejo cuero sucio y peludo, no quería ya decir por favor y gracias y perdón.
Frase célebre de
Samuel Beckett
Siempre me ha sorprendido la escasa finura de mis contemporáneos, a mí, cuya alma se retorcía de la mañana a la noche tan sólo para encontrarse.
Frase célebre de
Samuel Beckett
Me sentía incómodo, aplastado por todo aquel aire, y perdido en el umbral de perspectivas innombrables y confusas. Pero aún sabía actuar, en aquella época, cuando era absolutamente necesario.
Frase célebre de
Samuel Beckett
El cliente: Dios hizo el mundo en seis días, y usted no es capaz de hacerme un pantalón en seis meses. El sastre: Pero señor, mire el mundo y mire su pantalón.
Frase célebre de
Samuel Beckett
Hubo momentos en que no sólo me olvidé de mí, sino también de lo que soy.
Frase célebre de
Samuel Beckett
No me gustan los animales. Es una cosa extraña, no me gustan los hombres ni me gustan los animales. En cuanto a Dios, él está empezando a disgustarme.
Frase célebre de
Samuel Beckett
Yo, que no sé nada, sé que mis ojos están abiertos, porque las lágrimas no dejan de caer.
Frase célebre de
Samuel Beckett
Sí, en mi vida, si se puede llamar así, hay tres cosas: la incapacidad de hablar, la imposibilidad de estar en silencio, y la soledad, que es lo mejor que he hecho.
Frase célebre de
Samuel Beckett
El mar, el cielo, la montaña, las islas, vinieron a aplastarme en una sístole inmensa, después se apartaron hasta los límites del espacio. Pensé débilmente y sin tristeza en el relato que había intentado articular, relato a imagen de mi vida, quiero decir
Frase célebre de
Samuel Beckett
El sol brilló, al no tener otra alternativa, sobre lo nada nuevo.
Frase célebre de
Samuel Beckett
Hay que pensar en ciertas cosas, cosas que te habitan por dentro, o no, mejor sí, hay que pensar en ellas porque si no pensamos en ellas, corremos el riesgo de encontrarlas, una a una, en la memoria.
Frase célebre de
Samuel Beckett
Las lágrimas del mundo son inmutables. Por cada uno que empieza a llorar, en otra parte hay otro que cesa de hacerlo.
Frase célebre de
Samuel Beckett
Pensemos en las horas en que, abrazados, en la oscuridad, nuestros corazones entristeciéndose al unísono, escuchamos decir al viento lo que es estar fuera, por la noche, en invierno, y lo que es haber sido lo que nosotros hemos sido, y naufraguemos juntos
Frase célebre de
Samuel Beckett
Los ojos consumidos por las injusticias se entretienen abyectos en todo aquello por cuanto han rogado durante mucho tiempo, en el último, el verdadero ruego al fin, el que nada pide.
Frase célebre de
Samuel Beckett
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